Encuentro en el cuerpo un vehículo de expresión, de comunicación, que me lleva a explorar y a investigar varias prácticas de tradiciones ancestrales, siempre con esta inquietud de ir a la fuente.

Considero el cuerpo y el movimiento como una herramienta de autoconocimiento, de creación y de transformación.

Mis raíces me acercan en un principio a las danzas de tradición oriental y africana, y así inicio mi trayectoria artística como bailarina y docente en el 2002.

Paralelamente me formo en Hilal Dance (Egipcia Contemporánea) y en Danza Libre (Malkovsky), todo esto complementado con Butoh y Danza Teatro.

En esta contínua búsqueda entre la evolución interior y la expresión a través de prácticas corporales, entro en contacto con el Yoga Vinyasa (Ropec) y el Qi Gong (ACQG), de las cuales me certifico como instructora y lo llevo a la práctica impartiendo sesiones y talleres. Dos disciplinas que nutren y enriquecen mi camino.

Posteriormente el Pilates entra a formar parte también de mi entrenamiento habitual y ahora se complementa con las demás prácticas somáticas.

Gracias a todo este recorrido, articulo un lenguaje corporal que atraviesa diferentes territorios con un enfoque que está influenciado por filosofías y prácticas de Oriente Medio, India, Japón y China, y que tienen un punto de conexión común.

La experiencia me ha llevado a crear y transmitir lo corporal desde un prisma personal y multidisciplinar que apunta a una síntesis de un movimiento orgánico, consciente y creativo. Un work in progress abierto y dinámico.

A parte de esta actividad como docente, la escena y los actos performativos han estado muy presentes en mi trayectoria profesional. Procesos de colaboración e intercambios entre creadores han generado una visión más amplia y rica a la hora de componer.